Por J.D. Roth
Eventualmente, decidí voltear las cosas. Pero esto no ocurrió de la noche a la mañana; me tomó varios años controlar mi dinero y esto fue posible cuando entendí que debía tratar mis finanzas personales como las de mi negocio. No fue fácil traer el frío rigor del costo-beneficio a mi vida diaria, pero el resultado fue que ya no trabajaba más para pagar deudas.
Monitorea tus gastos
Conforme fui saliendo de las deudas, el monitoreo de los gastos fue lo primero que transferí de mi negocio a mi vida personal. Empecé a escribir todas las compras que hacía, sin importar qué tan pequeñas fueran. Ahora, esto es lo importante: No lo hice para juzgarme a mí mismo. Simplemente escribí cosas para poder usar los números para identificar cuáles eran mis hábitos de gastos.
Tengo una teoría: Si pudiéramos reemplazar la palabra ‘ahorros’ por ‘ganancias’, el mundo tendría a muchos más ahorradores motivados. Todo el mundo sabe que si una empresa gasta más de lo que gana, no podrá convertirlo en ganancias y pronto el negocio morirá. Lo mismo ocurre en las finanzas personales.
Conoce tu valor
Los negocios tienen una variedad de indicadores financieros que les permiten saber dónde están parados. No existe una razón para que no hagas lo mismo en casa; si usas un software para monitorear tus gastos, sólo se trata de generar una hoja de ingresos y una de ganancias y pérdidas.
Fuente: http://www.soyentrepreneur.com